Por estos días varios de
nuestros clientes nos consultan sobre esquemas de licenciamiento de software,
así como los efectos negativos de no acceder a las garantías propias de un
servicio legal y reconocido oficial.
Según un estudio de BSA (Business Software Alliance) ya
desde el año 2006 el 35% del
software instalado en los ordenadores a nivel mundial era ilegal. Ya para el
año 2011 un estudio de la misma fuente indicaba un incremento hasta un 47%.
Otras fuentes sugieren que se produce un incremento anual de un 15% generando
ventajas “competitivas” injustas en un número de empresas tanto en nuestro país
como fuera.
El software se ha convertido
en uno de los activos más valiosos que poseen las empresas y si éstas no
invierten en ellos y los protegen al mismo tiempo que lo gestionan
adecuadamente, quedan expuestas a numerosos riesgos que pueden tener
implicaciones financieras sustanciales.
Son varios los esquemas de
licenciamiento de software que existen en dependencia del proveedor y otros
factores, pero sin dudas los que tienen un mayor impacto en el día a día de las
tecnologías de la información son aquellos que se refieren a los sistemas o
software más utilizados y hoy nos referiremos a los del gigante Microsoft no
solo por ser sus sistemas operativo con sus correspondientes servicios y su
Office los más utilizados en este mundo sino por ser también los más
pirateados.
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